El Artículo 4 de la AI Act establece las bases para el desarrollo, comercialización y uso de los sistemas de inteligencia artificial (IA) en la Unión Europea. Esta normativa tiene un impacto significativo en las empresas y desarrolladores que utilizan IA, especialmente en aquellos que manejan sistemas considerados de alto riesgo. A continuación, te contamos los aspectos clave que necesitas conocer.
Este artículo establece los requisitos esenciales para asegurar que los sistemas de IA cumplan con los principios de seguridad, transparencia y ética antes de ser puestos en el mercado o utilizados en el ámbito de la UE. Los principales puntos que aborda son:
El AI Act clasifica algunos sistemas de IA como de alto riesgo, especialmente aquellos que se usan en áreas críticas como la salud, la educación o el empleo. Estos sistemas están sujetos a normativas más estrictas para garantizar que no afecten de manera negativa a los derechos fundamentales de los ciudadanos, como la privacidad y la igualdad.
Para cumplir con el Artículo 4 de la AI Act, las empresas deben estar preparadas para implementar medidas de supervisión humana, llevar a cabo auditorías internas y evaluaciones continuas de sus sistemas de IA. Esto implica asegurarse de que sus algoritmos sean transparentes, libres de sesgos y capaces de justificar sus decisiones.
El Artículo 4 de la AI Act es crucial para garantizar el uso seguro y ético de la inteligencia artificial en la Unión Europea. Las empresas que desarrollan o utilizan IA de alto riesgo deben asegurarse de que sus sistemas cumplan con los requisitos legales para evitar sanciones y mantener la confianza en la tecnología.